domingo, 31 de julio de 2011

El viaje.

El viaje se vuelve turbulento, el viento es fuerte y golpea con pequeñas gotas el rostro del viajero solitario.
Sus pasos son temblorosos en el pedregoso camino, debe tener cuidado de no torcer un pie y no romper sus zapatos o no podrá llegar. Más vale lento, pero seguro.
Mientras avanza lentamente, piensa, recuerda… de su hogar cálido, donde lo esperaba una mujer amorosa… ¿Dónde quedó todo lo que tenía?
Casi puede sentir el calor de la pequeña hoguera que abrigaba sus humildes sueños… y sigue recordando… unos ojitos brillantes y chiquititos que, atentos, lo miraban como si fuera el rey de todo y escuchaban cada historia que él trasmitía para que esos ojitos inocentes rieran y jugaran en su rededor. Que música más bella era la risa de sus hijitos.
De pronto tropieza y casi besa el suelo, se levanta cansadamente, siente el frio viento en su cuerpo y observa con resentimiento la gran roca que se interpuso en su tránsito, se calma, toma un respiro y continúa su caminata solitaria.
Pronto, el día no lo acompaña más y sigue en camino a su destino.
En medio de la oscuridad, el andar es más frio y tembloroso.
Su mente lo abandona nuevamente y regresa a la cálida luz de su hogar, sus pequeños le cuentan mil aventuras que lo llenan de una alegría orgullosa, mientras su mujer toma su mano como gesto de empatía de padres por sus hijos.
El frio se vuelve duro y golpea con furia las mejillas del hombre solitario, como enseñándole quien manda aquí.
fin.

miércoles, 27 de julio de 2011

cuento.

El gran Perro Leonés.

Haciendo equilibro llega por los farellones más altos y ventosos, el gran Perro Leonés, una especie que se había extinguido del planeta Brown, pero que por alguna razón, volvía a caminar triunfal, sin depredadores que temer.

En todo el mundo había sido visto, en algunas partes, los comentarios decían que era el ser más enorme y que media por lo menos 20 metros de altura y pesaba aproximadamente 37 toneladas, en otras partes discrepaban y le aumentaban altura y peso. Algunos lo habían visto de noche y decían que era negro, otros lo vieron en la mañana y decían que era café claro como el café con leche, y los que lo vieron a medio día aseguraban que era café oscuro como el color de la tierra… Pero todos coincidían que su mirada era fulminante y si lo veías a los ojos sería capaz de convertirte en basura estelar.

El pánico comenzó a apoderarse de las grandes ciudades, los pueblos fueron abandonados por sus pobladores que buscaban protección en los bunkers subterráneos de las zonas militares. Cuando en algún pueblo era visto el Perro Leonés, la gente corría a sus casas a reunirse con su familia para pasar las últimas horas de vida con sus seres queridos.

Desde los subterráneos de las casas se podían sentir los pesados pasos del gran perro, que con cada zancada hacía temblar los muros y caían los cuadros y cosas que estaban colgadas en las paredes, provocando más temor en los pequeños habitantes desamparados.

Nadie podía protegerlos, estaban a la merced del feroz animal.

La prensa investigaba como era posible que ese gran animal estuviera vivo en un planeta en que los animales gigantes se habían extinguido millones de años antes de que aparecieran los humanos, como era posible que un animal tan grande sobreviviera millones y millones de años sin que nadie lo detectara antes. Y si algún loco científico logró clonar a este magnánimo animal, ¿Quién era?, debía ser castigado por poner en riesgo la vida inteligente en Brown.

Pasaba el tiempo y a pesar de que las grandes potencias se aliaron en la búsqueda para la destrucción del Perro, no lograba encontrarlo y por lo tanto no podían destruirlo.

Sólo era visto en los lugares más remotos y esto ocurría en los momentos menos esperados, … cuando creían que ya no volvería a verse, que quizás ya se había muerto de forma natural, era divisado a lo lejos en el horizonte de un camino o en las montañas, entonces la gente corría desesperada, y el Perro Leonés pasaba caminando con paso seguro por las calles del pueblito, destruyendo plazas, sacando árboles de raíz, orinando todo edificio que estuviera en su camino, inundando los primeros pisos de estos, rascando los patios de las casa donde hubiera ruido, desabasteciendo las carnicerías y rompiendo todo cuanto oliera a ser humano… y ni hablar de sus excreciones sólidas. Una vez que ya se había ido el gran Perro, los pobladores debían reconstruir y limpiar todo el pueblo.

En la prensa internacional sensacionalista hablaban de víctimas, pero las prensas locales no reconocían tales, al contrario, destacaban la rapidez en la evacuación de las personas, ya que ningún pueblo había lamentado pérdidas vitales hasta ahora.

Pero, que no existieran casos de pérdida de vidas, no significaba que no fuera posible que el Perro Leonés no tuviera la capacidad de matar personas, por lo tanto se implementó en todos los países sistemas de evacuación, zonas seguras, sistemas de alarmas, etc. De esta manera se podría prevenir una desgracia en vez de lamentarla.

Ese día de primavera, Claudia disfrutaba su desayuno en la terraza del sexto piso antes de salir a sus estudios, cuando....

Habían sonado las sirenas y se habían prendido las flechas que indicaban la vía de salida a un lugar seguro de su edificio, pero su mp3 no la dejó escuchar nada y el libro “el artista de la muerte” que afanosamente leía, no le dejó levantar la vista para ver las luces. Cuando terminaba de comer un pastelillo, vio sobre ella una gran sombra… sin levantar aun la cabeza, comprendió…

Lentamente alzó la vista, y encontró unos dientes muy blancos, luego, sintió la húmeda respiración que la olía y como era una dama, su perfume, molestó a la bestia, quien resopló muy fuerte por la nariz, despeinando y mojando a la bella señorita.
Aunque podría pensarse que el miedo la tomó como presa, Claudia, sólo trató de entender que era lo que sucedía y al mirar con más atención, se dio cuenta de un detalle: los feroces dientes del animal tenían una formación que ella conocía muy bien, aunque no estudiaba veterinaria, recordó que los cachorros poseían esa tipo de dentadura, la conocía porque había sido ama de un hermoso perro de raza pequeña, entonces subió aun más la vista y observó los ojos del gigante perro; estaban alegres, mostraban ternura, no fiereza… le ofreció uno de sus pastelillos estirando el brazo, el perro se acercó lentamente y lo cogió con mucho cuidado…

El Perro Leonés, una criatura extinta hace millones y millones de años, reapareció en Brown, aun no se sabe como, la especie más formidable y feroz de sus años de esplendor, había sido domesticado y como no causaba ya temor lo llamaron Tomi.

Cuento descriptivo para niños

El camaleón que no aceptaba su condición.
Cuando la mamá camaleón vio a sus nuevos hijitos recién salidos del cascarón, se puso muy contenta porque eran de distintos colores, había uno rojo, uno amarillo y otro verde. Y eligió los colores en inglés para bautizarlos.
El rojo se llamó Red, el amarillo se llamó Yellow y el verde, Green.
Cuando la mamá camaleón les dio permiso para salir del nido, los dos hermanos mayores, Red y Yellow, comenzaron a practicar su habilidad para cambiar de colores, pero Green no participaba del juego. Sus hermanos lo desafiaban a que lo intentara, le pedían por favor o lo amenazaban de acusarlo con la mamá, pero él no hacía caso.
Un día, el jefe de los camaleones llamó a los más jóvenes para ver como iban avanzando en su habilidad; los dos hermanos mayores habían practicado tanto, que estaban más nerviosos por Green que por ellos mismos.
La prueba consistía en camuflarse en distintas situaciones: en la primera prueba el camaleón se ubicaba frente a un montón de hojas de distintos tamaños, todas color verde, pero de distintos verdes, habían hojas verde oscuro, otras verde claro, otras verde oliva, otras verde limón, etcétera. Entonces el camaleoncito se paraba frente a las hojas y debía tratar de no verse nada, imagínate la concentración que debían tener, poner su cola verde limón, su tórax verde oscuro y la cabeza verde claro, ¡uf, difícil!
La segunda prueba era más compleja: los maestros camaleones ordenaron las flores más bellas y coloridas, en distintas posiciones; orquídeas rojas, junto a otras blancas, otras azules, pequeñas flores amarillas y unos pétalos naranjos. El camaleoncito que estaba en prueba, se ponía frente a ellas y no debía verse, entonces se concentraba mucho y ponía, por ejemplo, una patita naranja, su lomo rojo, la colita blanca y la cabeza azul, ¡eso si que costaba!
Y la tercera prueba, más difícil aun, era una mezcla de elementos de la selva, hojas, flores, ramas y frutos, todo revuelto, ¡eso si que era difícil.
Todos los pequeños las habían pasado, pero cuando llamaron a Green, todo se complicó.
Como Green era verde, pasó la primera prueba, aunque no con la mejor nota. Luego en la segunda prueba no la pasó y su mamá casi se muere de vergüenza y la última prueba, nada, ni siquiera quiso entrar.
Como las notas eran tan bajas, los maestros y el jefe de los camaleones lo llamaron para saber que le había pasado, quizás estaba enfermito y tendría que repetir la prueba…
Cuando estuvo frente a sus maestros, ellos le preguntaron:
¿Por qué no pasaste las pruebas? Y el respondió: porque creo  que es innecesario hacer tanto esfuerzo.
El jefe saltó furioso de su rama y dijo exasperado: que dices, nuestros depredadores, la culebra y las aves, están practicando mucho para descubrir nuestra ubicación, agudizan la vista y si te distraes y una parte de tu cuerpo cambia de color, ¡zaz! Te cazan.
Pero jefe, dijo Green,  no se ha dado cuenta de lo que pasa en nuestra selva, seguramente usted vivió en una gran selva, pero mis hermanos y yo vivimos aquí, fíjese a su alrededor, ya no hay aves de quien preocuparse, nunca he visto una culebra, este es un lugar seguro, a veces voy hacia los límites de nuestro hogar y veo una barrera transparente, al acercarme, pude ver un mundo completamente distinto al nuestro, humanos caminando por senderos casi sin vegetación, extraños animales peludos llevando a los humanos tirados por correas, pequeños humanos mirando hacia nuestra selva mientras comen coloridas cosas y no se haga el tonto, ¿a caso no ha visto que entran humanos trayendo deliciosos grillos y langostas para que comamos?
Además, mire el cielo, agregó Green,  no es azul como todos creen, es negro con estrellas que se prenden y apagan siempre a las mismas horas. ¿De donde podrían venir las aves? Disculpen, pero yo no voy a trabajar en algo innecesario, cuando nuestra realidad es otra, ¡no hay peligro!
Todos los camaleones mayores, lo miraron con atención y se dieron cuenta de que tenía razón, pero un camaleón viejo, que sólo escuchaba agregó:
En los largos años que llevo en esta selva cerrada, he visto que se han llevado a muchos de los nuestros, y como no hay mucho que hacer aquí, he aprendido a escuchar a los humanos y me enteré que ellos, observan nuestras pruebas de camuflaje con unos ojos mágicos, reconocen al mejor de todos y se lo llevan, ellos dicen que los llevan a la selva real para reinsertarlos, entonces yo te pregunto, Green, ¿será bueno hacer estas pruebas de camuflaje o aun piensas que son innecesarias?
Green se quedó pensando un momento y humildemente afirmó y se comprometió a practicar.
Fin. 

texto dramatico para niños

El oso perezoso.
El título resume el tema de la obra
En un bosque, junto a muchos otros seres, vivía este perezoso oso. 
Todos los animalitos, ardilla, ciervo, caracol, abejas, gorrión, lechuza, trabajaban mucho para mantener el bosque limpio y ordenado, menos el oso perezoso.
Aquí se explica de qué se trata la obra con más detalles.

(Aparece bostezando el oso)
Las acotaciones casi siempre van entre paréntesis.
OSO: hola, ¿qué onda chiquillos?
ARDILLA: estamos trabajando porque va a llegar la primavera y el suelo está lleno de hojas secas.
OSO: pero dejen que se las lleve el viento, ¿para que se preocupan tanto?
CIERVO: pero es que el viento no puede hacer solo este trabajo tan pesado, ¡debemos ayudarlo!
OSO: Son tan tontos, hagan como yo, no me preocupo de nada y las cosas funcionan igual.
(Enojadas las abejas se preparan para picar al oso y la sabia lechuza las calma con mucha tranquilidad)
LECHUZA: calma pequeñas, no gasten energías en cosas innecesarias, necesitamos que nos ayuden a limpiar el bosque….
ABEJAS: ¡BbbbbbEzzzz! ¡Es que ese oso nos exaspera con su flojera!
GORRIÓN: dejen que se vaya, así avanzamos más rápido y llega más pronto la primavera….
CARACOL: (lentamente) ¡ajajá! La primavera va a llegar cuando ella quiera, no cuando nosotros queramos.
GORRIÓN: (humilde y risueño) si es verdad, pero si terminamos de sacar todo en invierno, la primavera va a estar tan linda este año…
LECHUZA: tienes razón amigo gorrión, entonces a trabajar.
(Mientras el oso burlonamente se retira riéndose del trabajo de sus compañeros)

CARACOL: ya casi terminamos, ¡la primavera va a estar feliz!
CIERVO: miren, miren, ahí viene la primavera.
LECHUZA: haber, ¿están todos presentes?
ARDILLA: falta el oso!!!
CARACOL: yo voy a buscarlo!!!
GORRIÓN: no, tu no!!!, debes terminar el camino brillante por donde camina la primavera, iré yo.
CIERVO: no, tu no puedes, debes terminar de limpiar los nuevos brotes de los árboles, iré yo.
ARDILLA: no, no puedes ir tu, corre a recibir a la primavera y tráela en tú lomo. Yo voy.
ABEJAS: no, nosotras iremos mejor, ya que tú tienes que mover tú colita para batir el viento del invierno para que se vaya.
LECHUZA: lamento decirles que no van a poder ir ustedes porque deben cantar la canción a las flores que nacerán, mejor voy yo a avisarle al oso.
TODOS: pero señora lechuza, ¿y quien hará el discurso de despedida del invierno y bienvenida a la primavera?
LECHUZA: tienen razón, es una pena, pero el oso se perderá el primer día de primavera.

(Al otro día se levanta el oso de su cama y va a ver a sus amigos)

OSO: ¿pero que pasó aquí?, ¡llego la primavera y nadie me avisó! ¡Me perdí la fiesta!
PRIMAVERA: si les hubieras ayudado a tus amigos, que tanto trabajaron, habrías disfrutado de los logros de tu esfuerzo.
OSO: (arrepentido) Disculpen amigos, prometo que nunca más seré tan flojo y aprovechador del trabajo de los demás.
(Todos se abrazan y perdonan al oso)
FIN

Cada personaje dice lo que le corresponde y así se va formando un dialogo entre ellos, a veces puede haber un narrador que explique, cuente o comente parte de la obra.